sábado, 23 de noviembre de 2013

Los colectivos alertan sobre el peligro “de una ley antiprotesta”

Mareas ciudadanas de toda España protestan contra la política de Rajoy

ATLAS
Miles de personas han salido a las calles de mas de 50 ciudades españolas para hacer un balance demoledor de los dos años de gobierno del Partido Popular. Las mareas ciudadanas, los colectivos profesionales, espontáneos, junto a sindicatos y una representación moderada de los partidos de izquierda se han unido para “defender lo público”, “defender a las personas” para “cambiar las cosas”. En torno a estos lemas se han desarrollado los discursos leídos por representantes ajenos a la política a los sindicatos y a la política. En Madrid han leído un manifiesto el cantante Ismael Serrano, la actriz Alba Flores y la portavoz de la Plataforma de la Cultura, Anabel Torija.
Aunque hoy se ha desarrollado el grueso de las manifestaciones convocadas por la Cumbre Social, que aglutina a mas de un centenar de organizaciones entre las que están UGT, CCOO o USO, aun mañana domingo habrá otras. El centro de la protesta es el mismo en toda España: una enmienda a la totalidad de todas las acciones del Gobierno. Entre los manifestantes unos ven en peligro la sanidad pública, otros la investigación, muchos la cultura y todos el paro y la precariedad laboral.
En esta manifestación del 23 de noviembre, que coincide con la llamada a la protesta de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), los sindicatos y los partidos de izquierda asistentes a la misma han querido mostrar su absoluta preocupación por la recomendación de la Comisión Europea del viernes para que el Gobierno español “intensifique” las reformas, y singularmente la laboral. A eso se han referido principalmente la portavoz parlamentaria del Grupo Socialista, Soraya Rodríguez, y el Coordinador General de Izquierda Unida, Cayo Lara. “Vamos a mantener una protesta sin fin en el caso de que el Gobierno quiera dar otra vuelta de tuerca a los recortes”. Si esto ocurre el Gobierno “dará un golpe de Estado a los derechos laborales y sociales”, que ya son los mas duros “que se han conocido en democracia”, proclama Cayo Lara. De recortes ya inasumibles por los ciudadanos madrileños ha denunciado el líder del PSM, Tomás Gómez.
Este fue el minuto de protagonismo de los políticos. Un tiempo similar del que se reservaron para unas breves declaraciones Cándido Méndez, de UGT, Ignacio Fernandez Toxo, de CC.OO.y Julio Salazar de USO. Estas organizaciones, además de Equo, se diluyeron entre la marea de colectivos que fueron los verdaderos protagonistas. Cientos de personas con pequeñas pancartas artesanales y con muchas banderas republicanas.
No hubo unidad de protesta en Madrid dado que a poca distancia de esta marcha de la Cumbre Social se desarrollaba otra del Movimiento 15-M en la que ha tenido especial protagonismo Greenpeace. Activistas de esta organización escalaron por el edificio de la Plaza de España para desplegar una pancarta con el lema “No a la Ley Antiprotesta”. Este asunto también ha formado parte de la protesta de la Cumbre Social al temer que la futura ley de Seguridad Ciudadana supone un intento de acallar las protestas. Las reflexiones de Mariano Rajoy respecto a cómo se preparan las manifestaciones ha servido a Soraya Rodríguez, portavoz socialista, para ironizar con cierta amargura. “Señor Rajoy, en España no hay que pedir autorización para manifestarse, sino solo comunicarlo”. A su lado, Rafael Simancas, Secretario de Formación del PSOE, ha apostillado: “la autorización se pide en China”.
Esta manifestación para algunos “podría ser la última” si prospera la futura Ley de Seguridad Ciudadana. Desde la tribuna de oradores, se ha exhortado a continuar con las protestas porque “sí sirven”. Como muestra la huelga de barrenderos y jardineros de Madrid, que encabezaban esta manifestación.
Las manifestaciones de protesta contra la política del Gobierno en todos los terrenos convocadas para este fin de semana en 55 ciudades españolas han arrancado ya. La variedad de reivindicaciones que rezan en las pancartas denota un malestar generalizado de parte de la sociedad española. Los sindicatos y los partidos han ocupado en estas marchas un lugar secundario al dejar el protagonismo a colectivos anónimos. Formalmente las manifestaciones las ha convocado la Cumbre Social, organización que nació en las primeras protestas por los recortes del Gobierno y que aglutina, además de a los sindicatos mayoritarios, a más de un centenar de organizaciones profesionales y sociales. Fuente: El País

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