martes, 1 de abril de 2014

Manifiesto para reclamar el fin de la campaña de deslegitimación contra los sindicatos y reivindicar su papel en la conquista de los derechos sociales y laborales.

Catedráticos de Universidad firman un manifiesto en defensa de la actividad sindical en España

El exministro de Trabajo Valeriano Gómez, el exsecretario general de Empleo Antonio González, y el exportavoz de Empleo en el Parlamento, Jesús Membrado, tres exdirigentes del PSOE vinculados a UGT, impulsan un manifiesto para reclamar el fin de la campaña de deslegitimación contra los sindicatos y reivindicar su papel en la conquista de los derechos sociales y laborales.

El exministro socialista de Trabajo Valeriano Gómez, el exsecretario general de EmpleoAntonio González González, y el exportavoz de Empleo en el Congreso de los Diputados , Jesús Membrado Giner, tres exdirigentes del PSOE vinculados a UGT, han impulsado un manifiesto en defensa de la labor sindical en España apoyado en un estudio sobre la situación de los sindicatos respecto a los restantes países de la Unión Europea que ofrece datos reveladores.
Bajo el título, “En defensa de la actividad sindical y de UGT”, los firmantes del manifiesto (que fue presentado en la Fundación Ortega y Gasset) señalan que “el progreso social no es posible ni comprensible sin los sindicatos”, y hacen un llamamiento en reconocimiento del “papel crucial de los sindicatos en la conquista de los derechos sociales y laborales y su contribución en el desarrollo y consolidación del Estado Social y Democrático de Derecho en España”.
En el mismo, se reclama a determinados grupos de interés conservadores que desistan de su empeño de deslegitimación de las organizaciones sindicales, aprovechando casos concretos y reprobables que pretenden elevar a una categoría general, que no responde, en absoluto, a la realidad.

El trabajo sobe la situación de los sindicatos españoles con respecto a otros países de la UE comienza por recordar el amparo legal de la labor sindical en España (art. 7 y 37.1 de la Constitución), una garantía constitucional de aplicación general de los convenios a todos lostrabajadores y empresas que ha permitido una mayor cobertura y que todos los trabajadores, afiliados o no a las organizaciones sindicales firmantes, se vean amparados por la regulación de las condiciones salariales y laborales de los convenios colectivos.
Según el estudio, España cuenta con una de las mayores proporciones de empresas con representación sindical de la UE. La tasa es particularmente de las más elevadas en el caso de las pequeñas empresas, pero también se encuentra entre las más altas en las medianas y las grandes. “La garantía de contar con representación sindical en la inmensa mayoría de las empresas del país, la cobertura casi universal de la negociación colectiva, la eficacia o amparo general del convenio colectivo son aspectos muy positivos del modelo sindical español”, dice los autores del trabajo.
Sin embargo, comparado con otros países de la UE, en España, la relación entre las tasas de representación y afiliación es una de las más desfavorables de la UE-27 (la primera es cuatro veces y media superior a la segunda). Por otro lado la cobertura de la negociación colectiva en España se encuentra entre las más elevadas de la UE superando ampliamente el 80% de los trabajadores y situándose en el grupo de países (nórdicos y centroeuropeos) en los que esa cobertura es más elevada.
La tasa de afiliación es muy baja y no se incentiva –alertan- ya que “la concepción institucional del modelo sindical español obviamente buscó asegurar la defensa de los trabajadores pero no se preocupó de con qué medios iba a realizarse”. La relación entre la tasa de cobertura de la Negociación Colectiva y la tasa de afiliación es, nuevamente, de las más desfavorables de la UE-27 (la primera multiplica prácticamente por seis la segunda), solo por detrás de Francia.
A ello se añaden otros problemas –advierten los autores del estudio- que dificultan la labor sindical, tales como la elevada temporalidad del empleo (la ratio: la segunda mayor de la UE-27 es tanto más elevada cuanto menor es la tasa de afiliación y mayor la de temporalidad); la elevada facilidad de despido y mayor inestabilidad de las relaciones laborales (la ratio que se encuentra igualmente entre las más elevadas de la UE-27 es mayor cuanto más baja es la afiliación y menor la protección frente al despido).
Asimismo, se pone de manifiesto que en España, la financiación de la actividad sindical tanto pública como de las empresas es muy escasa, a diferencia de lo que sucede en la mayoría de los restantes países de la UE; el porcentaje de empresas que financian la actividad sindical es el sexto más bajo de los 28 estados miembros. También se destaca los medios con los que cuentan los sindicatos para la formación de sus representantes: la ratio construida muestra valores decrecientes en función de las bajas tasas de afiliación y de empresas que facilitan formación para los representantes sindicales. España nuevamente aparece en los últimos lugares. Además, en España se da uno de los menores índices de disposición de tiempo para dedicarlo a las tareas sindicales del conjunto de la UE.
Con todos estos datos, los autores del estudio buscan desmontar algunas de las proclamas de determinados sectores contra los sindicatos españoles y poner de manifiesto, en palabras de Antonio González (uno de los promotores del texto) que existe “un gran problema de sostenimiento de los sindicatos”. Fuente: nuevatribuna.es

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